El cambio, bonita palabras hasta que te toca afrontarla. A quién no le gusta cambiar de coche, cambiar de móvil, cambiar de casa…pero: ¿A quién le gusta cambiar de vida?
Todos somos reacios al cambio, hemos sido concebidos para no cambiar, queremos mantenernos en nuestra “Zona de confort” donde todo lo controlamos y somos dueños de nuestras vidas.
¿Pero, qué pasa cuando nos vemos obligados a cambiar?
Cada vez que alguien me comenta que está pensando en cambiar, o se ve obligado a cambiar, siempre les animo a ello, el cambio me parece #sexy (cómo me gusta esa palabra), el cambio me motiva, conocer cosas nuevas, aprender cada segundo, disfrutar de las novedades, me hace subir pulsaciones, se podría decir que me excita, incluso lo compararía con los preámbulos en el sexo…llamadme loco…
Cambia de trabajo, cambia de casa, cambia incluso de pareja…cambia, haz cosas que te hagan seguir aprendiendo, disfrutando, sonriendo, en definitiva, que te hagan sentir vivo.
Cualquier cambio será bueno si sabes adaptarte, si no eres capaz o no quieres hacerlo seguirás anclado en lo que es tu vida. En tus manos está disfrutar el cambio.
Yo te invito a que pongas fecha límite a tus cambios, cambia cada «X» tiempo algo relevante en tu vida. Cambia aquello que no te haga feliz e introduce algo que te divierta, verás como al final consigues definir lo que quieras que sea tu vida.
Tú decides si cambiar o no cambiar, yo no me voy a meter en tu piel y tampoco voy a definir tu vida por ti. Haz que suceda…
Y recuerda, como diría Einstein: “ Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.
#cambia #definetuvida #muerevacio
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