¿Podrías imaginar a un médico que en plena operación decidiera dejarlo a medias, o a un piloto que en pleno vuelo piense en dejar el aterrizaje para mañana?
Obviamente es una pregunta retórica.
Pero, ahora imagínate que ese mail que tienes a punto decides mandarlo mañana, o que ese entrenamiento que habías planeado decides posponerlo para otro día, o esa cita que tenías acordada con un cliente decides posponerla alegando problemas de agenda. Démosle una vuelta más, que pasaría si te hubieras esforzado más, si hubieras dado todo lo que tienes en ti, si te hubieras entregado al máximo? posiblemente tus objetivos estarían más cerca y tu esfuerzo se habría visto recompensado.
Al delimitar tus objetivos has marcado una serie de etapas que cumplir día tras día, si no las cumples sé consciente que el día que no lo consigas no tendrás derecho a excusarte. No podrás poner una reclamación, ni podrás echar la culpa a los demás. Ese día sólo recordarás cómo no te esforzaste lo suficiente y cómo dejaste las cosas a medias…
A nadie le gustan las cosas a medias, nadie quiere sólo media pizza, nadie quiere sólo un zapato, tu jefe no quiere tu trabajo a medias…y obviamente, a nadie le gusta el sexo a medias.
La próxima vez que, siendo consciente de estar entregándote sólo un 50%, piensa en cómo afectará a tu objetivo final y olvídate de buscar una excusa con la que defenderte. Con esas excusas sólo estás consiguiendo alejar tus sueños, y yo te pregunto, ¿Es ese tu objetivo?
Si lo pensamos bien hay muchas cosas que dejamos a medias, sin terminar, sin rematar….
Algunas son cosas sin importancia pero otras nos pueden cambiar la vida.
Totalmente cierto. Tendremos que centrarnos en las segundas entonces. Gracias por el comentario!