Seguro que al ver el título te has acordado del nombre de la empresa a la que no te atreviste a llamar, de la cara de esa chica a la que no te atreviste a pedir el teléfono, del cliente, al que por no molestarle, nunca conseguiste captar, de la prueba a la que no te atreviste a inscribir…
¿Sigo?
Esa excusa que en ese momento diste a alguien o te diste a ti mismo, está pesando sobre tus hombros. Es un peso asequible, soportable. Incluso, en algún caso, inapreciable, pero…plantéate qué habría cambiado si en vez de poner una excusa te hubieras lanzado y hubieras dado el 100% que tienes dentro para conseguirlo.
Quién sabe, lo mismo esa empresa a la que no llamaste podría ser tu nueva empresa, o esa chica que te miraba podría ser tu chica, o esa prueba podría haber sido tu mejor prueba…y así con todos los ejemplos que te vengan a la mente.
Ten en cuenta que cada excusa que te has puesto ha alejado cada uno de tus objetivos. Ha hecho que el paso que debes dar hacia delante lo hayas dado hacia atrás, tú mismo has cortado tu propia progresión…¿Te lo vas a permitir más veces?
Te animo a que cada vez que una excusa ronde tu mente te esfuerces al máximo por contrarrestarla. Muchas veces será sencillo, otras será más complicado, pero, cuando consigas superarlas, te darás cuenta que eres tú quien domina tu vida y tus acciones.
No dejes que las excusas decidan por ti, si quieres algo eres tú el que vas a tener que hacerlo.
¿Qué excusa te vas a poner mañana?
#eliminalasexcusasdetuvida.
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