No eres ni tan listo, ni tan guapo, ni tan inteligente, ni tantos «tanes» como puedas enumerar, como te crees que eres.
Sí, sé que crees que eres un Dios, que nadie es mejor que tú, e incluso, que nadie puede hacer lo que tu haces…¿Seguro? ¿Eres bueno en todo lo que haces?
Si has trabajado lo necesario, lo mismo has conseguido especializarte y has alcanzado el ansiado reconocimiento social que tanto buscabas. Puede que lo hayas hecho tan bien que seas el número 1 en tu especialidad. Pero…¿Cuántas cosas no sabes hacer? ¿En cuántas cosas eres el último de la lista?
Mira a tu alrededor, esa gente a la que tú te sientes superior, seguro, te da mil vueltas en hacer aquello para lo que han nacido.
Puede que ese friki que te mira refugiándose detrás de sus gafas de pasta sea capaz de programar algo que tú jamás podrás hacer. Puede que ese chico con el pelo despeinado sea el junior con mayor proyección de ese deporte en el que tú eres un patoso. Puede que la chica que sostiene revistas de moda sea la mejor diseñadora de una de las empresas más punteras en España. Puede que el chico que sonríe mientras mira el móvil sea el mejor satisfaciendo a su novia, incluso satisfaciendo a la tuya…yo que tu le preguntaba…
Me da igual que seas el más rápido, el que mejor trabaja, el más listo, el que más chicas se lleva a la cama o el que más veces es llamado guapo por su madre…siempre que tú seas «el más» también serás el menos en otra disciplina.
Tu grandeza se limita a un sector muy pequeño, si quieres salir de él más te vale que aprendas a valorar las virtudes de los demás.
Valora a todos los que tienes a tu alrededor, ellos son el más cuando tú eres el menos.
#humildad #valoraalresto
Gran post amigo y gran verdad. Lo malo es que nos educan desde pequeños para querer destacar…
El problema no es destacar, destacar es perfecto, el problema es no valorar que los demás destaquen en lo que nosotros no somo capaces de hacerlo. gracias por el comentario!