Te voy a hacer dos preguntas.
Ahí va la primera: ¿dónde quieres estar dentro de diez años?
Supongo que pensarás en tu trayectoria profesional, el cargo ideal, dedicarte a lo que más te guste… Si ni siquiera aspiras a ello, seguro no lo vas a conseguir… A lo mejor también visualizas tu casa (siempre con piscina), tu gran boda, tus hijos preciosos, si es que te ha dado tiempo a pensar en niños…
Espera, tampoco te quiero asustar. Pero quizás, más importante que todo aquello que podemos tener, sea quién podemos llegar a ser. Cómo queremos sentirnos. Porque al fin y al cabo, la vida se reduce a eso; sentirse vivo.
En realidad, la pregunta importante es la segunda. Espero que estés listo porque allá vamos:
¿Cuáles son las tres cosas que vas a hacer para conseguir esa vida que tanto deseas?
Piénsalo bien. Es posible llegar, pero ¿cómo hacerlo?
Hay personas que no dudan ni un momento antes de responder. Una envidia sana me revuelve pensando que ellos ya están de camino. Posiblemente lo tengan muy cerca, lo hacen de maravilla…
Es una pregunta difícil, así que por si tú aún no lo tienes claro, te daré una pista:
Valor. Las personas siempre odian a los hipócritas. Es el rasgo más criticado. Pero, para mí, hay algo más ruin todavía: la cobardía. Tienes que ser muy valiente y no dejar de ir porque esté demasiado lejos, porque ese paradero puede acabar siendo tu vida.
No dejar de salir porque estés algo cansado, porque la noche menos esperada puede acabar siendo la noche de tu vida. Ni dejar de hacer algo por vergüenza. Porque siempre es mejor morirse de vergüenza que de arrepentimiento…
Apretar bien los dientes, cerrar los ojos y atreverse a saltar. Hace tiempo leí algo como: “si hay algo más importante que la felicidad, es el destino”. No recuerdo de quién es la cita ni hasta qué punto la he ido modelando yo a mi propia filosofía. Lo que entiendo por destino es la meta a la que nos llevan nuestras propias decisiones. El rumbo que tomamos.
En cuanto a la felicidad, quizás no deberíamos conformarnos con lo que hoy nos hace felices. La felicidad de hoy es pasajera, si no sabes adaptarla seguro huirá cuando nos demos la vuelta.
Hace falta mucho valor para llegar a ser feliz. ¿Estás dispuesto a intentarlo?
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Bravo Lucía!!.
Gracias.
muchas gracias por tu comentario! seguimos trabajando! un saludo!