¡Bueno, Ya está bien!
Todo tiene un límite y ya lo estamos rozando.
Que prácticamente todo en este país sea fútbol es preocupante. Portadas de prensa, radio, Internet, redes sociales… Ya hasta la intrascendente conversación de ascensor con el vecino ha pasado del tiempo a la liga, o incluso, al nuevo coche o depilado de cejas de tal o cual jugador.
Me da pena!
Tanto esfuerzo, potencial y energía desperdiciados por una ilusión, que gane “mi” equipo.
Muchos de vosotros probablemente no estaréis de acuerdo conmigo, pero me resulta muy triste que se paralice un país por un partido de fútbol. Digo fútbol porque aquí no hay ningún deporte que cause el mismo impacto social, no porque le tenga especial manía, aunque os digo también que nunca me ha gustado mucho ni se me ha dado nada bien…
Me resulta curioso que nos preocupemos más por un evento deportivo que por nuestros derechos o nuestra situación laboral…Eso es otro tema, yo hoy quiero que reflexionemos acerca de algo diferente.
Imaginad que gran parte de ese esfuerzo, nerviosismo, tantas horas de conversación, de lectura de prensa deportiva, de dinero… lo invirtiésemos en algo personal. Ya no en algo “productivo”, sino en una actividad de la que podamos participar activamente, no como meros espectadores. Puede ser un deporte, un trabajo, un juego, un hobby… las posibilidades son ilimitadas solo tú decides qué quieres hacer…
¿Os imagináis?
Gritar de alegría cuando consigamos cumplir lo que nos habíamos propuesto, sentir la satisfacción de la victoria en nuestras propias carnes y a través de otros. Y cuando no lo consigamos, en vez de limitarnos a dar soluciones para los demás ,sentados cómodamente con una cerveza, reflexionar acerca de qué es lo que nos ha faltado, en qué debíamos habernos esforzado más y ser capaces de cambiarlo para no volver a fallar otra vez en lo mismo.
El éxito es algo que merece la pena ser vivido, no basta con verlo por televisión.
Así que, ata tus botas y prepárate para saltar al campo a disfrutar del partido más importante que jamás se vaya a disputar.
Ese partido no es otro que TU VIDA.
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Buenísima reflexión. Cada uno tiene que ser protagonista y héroe de su propio partido en lugar de sentarse a ver jugar a los demás. Así que Mister, ya he calentado, salgo a jugar…
Gracias Chema por tu comentario! a jugar todo el mundo!