Dime, cuántas cosas de las que haces en tu día a día las haces de forma automática sin preguntarte si lo que estás haciendo te hace sentir vivo.
¿Difícil pregunta verdad?
Tienes dos formas de vivir tu vida:
Puedes sobrevivir;
Dejarte llevar en una vida que tú no eres capaz de controlar. Sobreviviendo en una rutina que no sale de un A, B o C. Previsible, controlable y desde mi punto de vista infumable. Sobreviviendo sin sobresalir, sin destacar, sin exponerte, sobreviviendo preguntándote qué pensarán de ti y no preguntándote qué piensas sobre ti mismo. Sobreviviendo a algo denominado vida…presupuesta un derecho y no un deber.¿Qué contradicción verdad?
Puedes elegir vivir;
Siendo tú el que delimitase qué hacer, cuándo hacerlo y cómo hacerlo. Siendo tú el que decides quien vive tu vida y a quien dejarás fuera de ella. Siendo tú quien sonríe cuando todo comienza a teñirse de negro, siendo quien siempre ve la segunda mitad del vaso llena aunque no haya líquido posible por verter. Siendo tú el que mides tu tiempo y el que delimita tus sueños. Siendo tú el que decides vivir mientras otros deciden morir en vida…
Por suerte hoy estamos vivos, solo depende de nosotros que seamos capaces de cumplir con el deber de vivir.
No hagas de tu vida una supervivencia, algún día te darás cuenta de no haber vivido y entonces será demasiado tarde para intentarlo.
Vive hoy, mañana no será un buen día para sobrevivir pero si para sentirte vivo.
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#vivenosobrevivas
Está claro. Verdades como puños. La vida es demasiado breve como para amargarse o luchar por un día más y pasarle sin más porque toca. Cuando miras atrás te das cuenta de que parece que era ayer cuando eras un niño y hacías tal o esta otra cosa. Lo importante es vivir cada día a tope, tratando de disfrutar en todo lo que haces y creando recuerdos imborrables en las personas que te rodean.
Gracias por el comentario Carlos! ese es el objetivo, tratemos de vivir cada día haciendo disfrutar a los nuestros y a nosotros mismos! un saludo!