Un día desperté cansado de todo, de trabajar largas horas que se convierten en largos días, cansado de no poder disfrutar de mi vida, de mi familia, de salir a tomar unas cervezas con mis amigos…
Desperté, me di una ducha y decidí ponerme al volante y llegar al mar, esa gran mancha azul que parece que despeja mis sentidos y hace olvidar, por breves momentos, la vida que llevo y no disfruto, esa vida en la que mi prioridad es trabajar para sobrevivir.
Esa escapada, solo, “perdido” por la costa, consiguió hacerme pensar; pensar en que no podemos basar nuestra vida en el conformismo de lo que tenemos sin pensar en algo mucho más ambicioso. Ese día me marqué un objetivo, un objetivo que fuera difícil conseguir. A mi nunca nadie me ha regalado nada ni me han “enchufado” en ningún trabajo, pero esto es lo que quiero y solo pienso en lograrlo, se que lo haré, tarde 6 meses, 1 año o media vida, está en mi cabeza.
Hay días que me despierto y lo veo lejos, otros en que lo pienso y lo veo imposible, pero entonces es cuando me pongo a pensar que la vida que llevo no es mi vida, no es la que quiero y que necesito más, que necesito vivir y no sobrevivir, y mi camino empieza primero en ese objetivo y después en mi vida, lo sé tendré que ir paso a paso sin saltarse el guión.
Con esto quiero decir que siempre has tenido una idea en la cabeza, de pequeño seguro que querías ser bombero, policía, doctora, piloto de avión… Y en cambio ahí estás detrás de la barra de un bar, o en una tienda de ropa, maldiciendo los domingos porque mañana es lunes y estás asqueado/a de tu trabajo y pensando que tenías que haber hecho caso a tus padres y estudiar más para lo que te hubiera gustado ser algún día.
Nunca es tarde para proponerse un objetivo, salir a la calle, coger aire y gritarle al mundo que estás ahí, y que no debe olvidarse de ti porque dejarás de ser conformista para ser un soñador dispuesto a emprender tu camino, puede que no esté bien marcado, pero podrás, tú mismo irás poniendo las piedras…encontrarás duras subidas, pero, también, reconfortantes bajadas, al fin, llegarás a ese objetivo, tu nueva vida.
Si en cambio tienes una vida en la que te despiertas un lunes a las 7 de la mañana con ganas de empezar tu jornada, tienes tiempo de disfrutar de lo que más quieres y dedicarte a tus hobbies, y aun así, llegas a la cama rendido pero feliz y con ganas de un día más, plantéate una cosa, piensa en lo que te costó todo eso y en si puedes ayudar a alguien a conseguir su objetivo y sea tan o más feliz que tú.
A Tí que ya lo lograste, a Tí que estás luchando por ello ó incluso acabas de planteártelo, recuerda que solo nosotros somos dueños de nuestra vida y nuestro destino, no te conformes con lo que tienes, sino con lo que quieres.
