Muy a menudo me veo en la obligación de explicar por qué #muerevacio.
Esta vez es en buena compañía, cerveza y un perro rondándome por los pies…
No te engaño si te digo que no sé el día, la hora o incluso la actividad que estaba haciendo cuándo me surgió el nombre.
Casi seguro habría leído algo esa semana que me voló la cabeza o tal vez, estuviera corriendo con muy malas sensaciones vaciándome a cada paso que daba. O quizá, había dejado mi trabajo porque no me llenaba en absoluto, o lo mismo, estaba pasando por el fin de una relación y me sentía totalmente vacío…
Insisto, no me acuerdo del momento exacto, soy realmente bueno para no recordar si me lo propongo…
Lo que sí sé es que algo no funcionaba, que no me sentía realizado o tal vez, sintiera que no estaba viviendo mi vida.
Leí un artículo que cayó en mis manos en el tiempo y lugar exacto. Narraba cómo un doctor al analizar mucho de los cuerpos en los que practicaba autopsias, observaba cómo, mucho de ellos, no tenían sus órganos desgastados. Me atrevo a recordar que la palabra lleno estaba remarcada en negro…
El pensamiento que vino después fue algo así como: «yo no quiero morir lleno» yo quiero morir vacío...
Vacío en el sentido de poder decir que me he entregado al máximo en los tres principales apartados de mi vida: personal, profesional y deportivo.
En el sentido de poder afirmar que he sufrido, llorado, errado, disfrutado, reído…y una larga lista de adjetivos luchando por que mi vida sea mía.
Nuestro fin siempre será la muerte, no como objetivo sino como fin de todo esto, es el hecho de nuestras vidas que más certeza e incertidumbre tiene. Sabremos que llegará pero nunca sabremos cuando...
Por ello me decidí a acortar plazos, entendí que el sueño, en un símil bastante cuestionable, puede ser igual a la muerte. Decidí que cada día antes de acostarme me preguntaría si había hecho todo lo que estaba en mi mano para alcanzar esa vida con la que sueño.
Al principio mi respuesta era muchas veces negativa, ahora no dejo que el sol se ponga si no me he vaciado.
De ahí viene el nombre de este Blog y de este proyecto.
No puedo disfrutar de la compañía de todos vosotros mientras disfruto una cerveza y siento el pelo de ese simpático perro rondando entre mis piernas. Por eso, os escribo estas líneas, para picaros a morirvacio cada día y para compartir con vosotros la cerveza que me estoy tomando.
Y tú, te atreves a ser Muerevacio?
Photo credit: http://instagram.com/luismartingarcia
El mejor post de todos los que he leído, el que más me ha abierto los ojos
Muchas gracias Oscar! No es tan duro como tu último post en Absortia jejeje. un saludo y a seguir muriendovacios!
Una noche de playa en mallorca, una de esas noches post vacio, tras abrir muchas puertas que se estaban colapsando me hice esa misma pregunta y senti por primera vez algo parecido a lo que tan bien has conseguido transmitir. Ahí empece a morir vacía, y un dia cualquiera un tiempo despues caí en este blog y me dio fuerza para seguir muriendo vacía. Des de un balcón con vistas algo difusas te doi las gracias a ti tambien.
Muchas gracias Miriam por tu comentario, lo bueno es darse cuenta que hay puertas que se abren y se cierran. Disfruta de las vistas y muerevacia! un saludo
El sentimiento de no estar en el sitio que corresponde es demasiado agobiante.
Un gran impulso es saltar al vacío en busca de no morir vacío. Vacío de vivencias de anécdotas, de momentos y sobre todo de motivaciones. Un saludo desde Gran Canaria.
muchas gracias Manuel! Al final lo que más nos aporta es jugárnosla, comprender la vida sin objetivos y motivaciones no es nuestra forma de vivirla. Luchemos por nuestra vida. Un saludo!