Somos bastante injustos con el verano.
Imaginaos que alguien os exigiera tanto a vosotros como nosotros le exigimos a él. ¿Podrías asumirlo?
El verano te va a dar tanto cómo tú le pidas si sabes cómo pedírselo…
El verano son más horas de vida producidas por un sol que no tiene intención de acostarse. El verano son sonrisas y buenas caras aunque tengas una dura jornada laboral por delante. El verano es descanso merecido bajo el paraguas del término “vacaciones”. El verano son horas para ti, no para él ni para ella ni para ellos, son horas solo para ti.
El verano es más…dormir más, vivir más, beber más, comer más, sonreír más, querer más, soñar más, besar más, disfrutar más…El verano es vivir ese día como si fuera a ser el último.
El verano son cañas en buena compañía donde nadie dudó en pedir la primera y donde nadie se atreve a pedir la última.
El verano es olvidarte el reloj en casa, es poner el móvil en modo avión a expensas de que el mundo se caiga, es deslogar tu mail del móvil, tablet y ordenador…es utilizar tus redes sociales solo para dar envidia, sí, tú también lo haces…el verano es acumular whatsup con el único objetivo de vivir lo que tienes delante y no lo que encierra la pantalla .
El verano es vivir lo importante y no lo urgente…
El verano es una puesta de sol aderezada con un brindis del mejor vino que encontraste en el súper, servido en dos vasos de plástico, esperando a que el sol se ponga…brindando por los preliminares de otra gran noche que se enciende.
El verano es esa siesta de varias horas cuyo despertar es peor que la mejor de tus resacas.
El verano es sexo, o sexualidad si lo prefieres. Producido por la escasez de tu ropa, el aumento de tu temperatura, el cambio del tono de tu piel bronceada por el sol, la desinhibición que te produce esa playa repleta de cuerpos semi desnudos…el verano es sexo por la curvatura que dibuja esa blusa blanca en tu cuerpo…o tal vez era la blusa negra, o quizá, la imagen que tengo en mi mente de verte sin blusa…
El verano es enamorarte de esa chica de ojos claros que no conoces y desenamorarte al conocer a la de los ojos marrones.
El verano es dormirte en la playa o en la piscina y dejar que tu cuello alcance la tortícolis producida por lo vaivenes de lo que creíste era una buena idea.
El verano es decir un “no te preocupes que hoy no me lío” y llegar a casa cuando el sol pica, con la camisa desabotonada y una sonrisa que no tiene cabida en tu cara.
El verano es una visita express a ella/él/ellos y sentir que el tiempo, para vosotros, nunca ha pasado.
El verano es disponer de tiempo para entrenar pero siempre encontrar algo mejor con lo que entretenerte.
El verano es quemar ese festival sin pensar en el lunes que está por llegar.
El verano es para conocerle, para pasar más tiempo con ella/él, para mirarle mientras duerme, para ver cómo deja que el sol toque esa piel que a ti tanto te costó tocar, para besarle, para tener ese sexo que disfrutan hasta los vecinos y que humedece tus sábanas…El verano es para darse cuenta de que, quizá ella/él deba quedarse o que quizá ella/él esté pensando en marcharse cuando cambies las sábanas…
El verano es para exprimirlo y para pensar que tu vida podría ser un continuo verano.
El verano es pensar de menos y sentir de más…
El verano es el momento de pensar que tal vez hoy tienes que cambiar de vida. No es el sol que te calienta la cabeza quién te hace pensar, es algo que te viene de dentro…deja que salga.
Lánzate a vivir tu verano, exígele, él está deseando darte todo lo que tú te atrevas a pedir.
#verano #muerevacio