Me fascina la cara de incredulidad de la gente cuando oyen como otros cuentan sus historia, sus sueños, sus objetivos, en definitiva, sus locuras.
Me encanta ver como su gesto se tuerce expresando algo así como: “estás de coña” o “este tío no está muy bien…”
Disfruto viendo como sus ojos se cierran o abren en función de la amplitud de la sonrisa de la persona que narra su historia.
Me puedo imaginar que lo que por fuera es incredulidad y gesto contrariado por dentro es envidia al escuchar como otros si se atrevieron y ellos nunca lo hicieron. Puedo imaginar su sentimiento de culpa cuando otros están viviendo sus sueños despiertos y ellos siguen disfrutando de la comodidad de su sofá…(sinceramente, no recuerdo nada relevante que me haya pasado en un sofá a excepción de algún afortunado «encontronazo»).
Me declaro fan total de la gente que hace locuras. Locuras que antes de ser comenzadas han sido medidas y, en parte, valoradas. Locuras que ellos siempre soñaron hacer y hoy se ven metidos hasta el cuello mientras las hacen.
Estos locos están dispuestos a jugar, están dispuestos a aprender, están preparados para recibir mil golpes, están listos para convivir con la palmadita que tú le das cuando todo va bien y dispuestos a aceptar patadas en forma de frases del estilo: «Te lo dije» o » ya te lo dijo tu madre…»
Estos locos han hecho de su locura su forma de vida. Saben que cuando algo les llama en su interior es mejor que lo dejen salir antes de que pueda reventarles por dentro.
Estos locos han decidido adueñarse de su vida y vivir una vida de locura controlada e incertidumbre continuada.
Como locos no habló de extraterrestres de la talla de Kilian Jornet decidido a subir y bajar el everest en un solo día. Hablo de ese hombre que antes era un niño y que decidido a crear su empresa no ha tenido otra opción que madurar a base de golpes. Hablo de la chica que te mira mientras lees…hoy tiene dificultades para moverse por esas agujetas producida por sus primeros 10 kilómetros después de levantarse de ese sofá que le atrapó durante años. Hablo de esa mujer que tras años desarrollando su arte en su garaje decidió mostrarlo al mundo y hoy tiene una sala de exposiciones. Hablo de ese chico que dejó la vida soñada por muchos y decidió lanzarse a vivir la vida soñada por él.
No esperes que alguien venga a vivir tu locura por ti, no esperes que todo el mundo te apoye y te tienda su mano cuando un sueño cruce tu mente, prepárate para recibir críticas, desánimos e ,incluso, insultos. Prepárate para caer reventado queriendo que tu mundo se apague pero también despiértate para encenderlo cada mañana. Prepárate para una vida donde la incertidumbre rodee cada día. Prepárate para vivir sonriendo, porque esa sonrisa será tu locura...
Hoy puedes elegir vivir su locura desde tu sofá con la mano puesta en la crítica o levantarte del sofá y tratar de ser un loco más.
El mundo lo dominarán los locos, porque su locura es la mayor de las corduras…
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