Hay mucha cosas que querríamos fueran para nunca pero serán para siempre.
Podemos desear que algo no haya ocurrido o incluso, tratar de eliminarlo pero eso no hará que desaparezca…
Un trabajo, un hecho puntual que marca tu vida, una chica, un chico, una novia un novio, un amante o varias amantes…
Ese día, esa noche o esa mañana…esa última copa o ese primer café, esa primera vez o esa vez que parece la primera. Esa mirada, ese gesto, esa lágrima, esa sonrisa, esa bronca, ese gemido, ese orgasmo, ese primer » te quiero» y ese » no eres tú soy yo… «, ese adiós definitivo y ese » mañana nos vemos” pero nunca nos vimos…
Ese amanecer que te despierta y ese amanecer para el que no necesitas haber dormido…Ese atardecer en el que el sol se apaga mientras nosotros nos encendemos.
Ese abrazo, ese último beso… ese penúltimo polvo… ese último portazo y ese nuevo felpudo que grita bienvenida.
Un momento, un lugar, una canción, un olor, un perfume, una ciudad, una sonrisa… Te marcarán para siempre aunque te esfuerces por no haber estado marcado nunca.
Todos los hechos por muy banales que parezcan te dejarán marca. Una marcas serán profundas y otras superficiales. Unas te dolerán y otras dibujarán tu sonrisa. Unas las querrás para nunca y otras las querrás para siempre…Unas las querrás olvidar y otras las querrás tatuar en tu mente.
Todo hecho será para siempre.
Tu puesto de trabajo actual viene precedido de otros antiguos trabajos, tu chica/o actual ,quizá, tiene muchos antecedentes sobre tu cama, ese momento que quisieras olvidar te hizo ser la persona que hoy eres, ese triunfo que pronto olvidaste te hizo alcanzar el lugar que hoy te pertenece…
Un siempre lo mantendrás para siempre y un nunca se mantendrá siempre aunque quieras hacer de él un nunca.
Adáptate a los «nuncas» y disfruta de los «siempres» porque ambos formarán tu presente.
Nunca te atrevas a decir nunca cuando realmente sientes que debes decir siempre.
Photo credit: http://instagram.com/luismartingarcia
4 Comments