Para bien o para mal diciembre es el mes en el que todo acaba y todo empieza.
Es ese mes en el que te atreves a mirar atrás y compruebas si todo lo que ha pasado durante este año ha tenido algún sentido…
Diciembre es el mes de pensar qué hiciste y qué no te atreviste a hacer aunque prometiste que harías…
Es ese mes en el que te preguntas por qué y te olvidas de ponerte a hacer. Es ese mes en el que sabes que te queda todo por hacer pero no encuentras el momento exacto para comenzar.
Diciembre es el mes de pedir, a él a ella y a ti mismo, es el mes de exigir tanto como creas que ellos te pueden dar. Es el mes de consumir sin querer ver lo que en enero te puede caer.
Diciembre es el momento de cerrar temporada y comenzar una nueva. Es el mes de creer que todo puede suceder si sabes cómo creer.
Es el mes de añorar a los que no están y de disfrutar de los que sí puedes tocar.
Es el mes de echar de menos y de echar de más, es el mes de escribir un te quiero escudándote en que es navidad.
Es el mes de disfrutar de los tuyos y de disfrutar de ti. Es un mes en el que cualquier excusa es buena para celebrar, cualquier excusa es buena para soñar, para reír, para disfrutar y para vivir y dejar de pensar…
Es un mes de encerrarnos en casa protegidos por un fuego, un vino y un buen libro, pero también de celebraciones donde nadie tiene claro en qué momento deben acabar.
Diciembre llega como el fin de un período, de una fecha, de una etapa, en definitiva…de un número. Llega como el fin de unos sueños u objetivos, la prolongación de otros y la búsqueda de algunos nuevos.
Diciembre es un buen mes para cerrar puertas y ventanas pero también es un mes de tirar tabiques para crear tu propia puerta.
Diciembre es el mes de acelerar para un próximo año en el que todo será mejor y lo que no pueda ser mejor, por lo menos será diferente.
Diciembre es el mes en el que todo puede llegar pero solo tú puedes hacer que llegue…
Disfruta de este último mes que se ofrece, todavía tienes tiempo de conseguir tus objetivos, de alcanzar tus metas, de terminar esa prueba, de salir con él o con ella, de conseguir ese ansiado beso, de cambiar de trabajo, de echar ese gran polvo, de decir lo que piensas, de actuar sin pensar en lo que los demás dicen…es el mes de hacer para después poder recoger…
No comiences un año sin cerrar el anterior…recuerda, si vas a vivirlo que sea hasta el final!
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