“A veces la persona que nadie imagina capaz de nada, es la que hace cosas que nadie imagina”.
Esta frase resonaba en las paredes del cine repetidas veces acompañada de una gran banda sonora…
Pensando detalladamente cada palabra, nos asombraríamos de la cantidad de veces que se ha repetido en la historia. Pero lo importante no es mirar al pasado, pensar en las cosas que no habría podido hacer, sino soñar las que están por hacerse. Todos los inventos científicos, los récords mundiales, ideas de negocio, los imposibles… todos y cada uno de estos éxitos tienen algo en común y es que alguien fue capaz de soñarlos.
Las personas soñamos a todas horas. Soñamos mientras dormimos, soñamos en el trabajo, incluso soñamos que soñamos… Pero siempre nos despertamos en el mejor momento del sueño, cuando estamos a punto de conseguirlo, maldiciendo por no poder seguir durmiendo. No nos despertamos para perder nuestros sueños, nos despertamos para poder alcanzarlos.
El primer paso para alcanzar un sueño es tenerlo, tener una imagen en nuestra cabeza de lo que queremos conseguir, lo que queremos ser, lo que queremos sentir. Lo más difícil es enfrentarse a un folio en blanco y escribir la primera letra, lo más difícil siempre será dar el ese primer paso…
Si eres capaz de soñarlo, eres capaz de cumplirlo. Sólo hace falta querer hacerlo, y “jamás rendirse”. Cuando la gente afirme “no puede hacerse”, “no lo vas a conseguir”, “es imposible” y demás palabrería vacía siempre hay que contestar “¿y por qué no? ¿Quién eres tú para decirme si puedo conseguirlo?”.
Nada es imposible, todo se puede hacer, sólo hay que recordar:
“Never, never, never give up” (Winston Churchill).
Photo credit: http://instagram.com/luismartingarcia
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