¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguir tu sueño, tu objetivo o para conseguir eso que tú llamas «vida»?
¿A qué estás dispuesto a renunciar para conseguirlo?
¿Cuántas horas vas a invertir sin que tu objetivo se difumine en el camino?
Me resulta gracioso ver como la gente en general y algunos en particular critican, envidian o aplauden los errores y los fracasos de otros. Siempre están al acecho detrás de un matorral en forma de pantalla o teclado esperando a que su presa cometa el mínimo error para echarse encima sin contemplación.
La diferencia entre los que «miran» y los que «hacen» es abismal aunque creamos que conviven en el mismo medio.
Obviamente, todo el mundo quiere ganar, todo el mundo quiere alcanzar sus objetivos y ver sus sueños hechos realidad pero…¿Cuántos están dispuestos a pasar por encima de críticas, envidias y prejuicios para ver cómo esa realidad que siempre soñaron se convierte en un hecho?
¿Cuántos están dispuestos a quemar las naves para enfrentarse a la batalla?
Es más: ¿Estás tú dispuesto?
Ya te respondo yo…
Todos quieren ganar pero muchos no se atreven siquiera a entrar a jugar su partido.
Si quieres ganar, si quieres cumplir con tus sueños y alcanzar tus objetivos tendrás que calzarte las botas, las zapatillas o tu mejor traje y salir a jugar. Porque no conozco a nadie que haya ganado nada sin esforzarse, sin luchar y sin bajar al barro a tratar de conseguirlo.
Nadie te garantiza que vayas a ganar pero sí te garantizo que si no juegas no tendrás ninguna posibilidad. Tú decides si te resignas a estar más pendiente de la vida de otros que de la tuya. Tú decides si quieres insultar o animar. Tú decides si quieres seguir viéndolo desde la grada o si prefieres jugar por una recompensa tan suculenta como es tu vida.
Elige el calzado correcto y sal a ganar este gran juego que es tu vida.
Photo credit: http://instagram.com/luismartingarcia
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