Creo que nos estamos equivocando.
Parece que hoy el mundo te obliga a pasar el día acompañado. A salir primero de cañas y luego a cenar. A regalar algo que posiblemente nadie pidió o nadie sabrá utilizar. A pedir flores en mano un año más juntos y una noche de sexo que hace tiempo esperas con ansiedad y para la que confías, esta vez, nadie se pueda excusar.
Creo que nos equivocamos, o que algo debemos estar haciendo mal, cuando al amor le ponemos una fecha, un regalo y un lugar.
El amor, si es verdadero, que no sé si el tuyo lo será, no entiende de fechas, sexo o edades. Sólo entiende de complicidad, de momentos en los que no somos dos sino uno y en los que todo lo demás deja de importar porque nadie sabe dónde estará el final.
Creo que nos estamos equivocando al ver como algo necesario el mundo par y no el impar. Nos equivocamos al complacernos con alguien por estar soltero y no lo hacemos con parejas que no están dispuestas a ver la verdad, y que, tal sólo, se dejan llevar.
Me considero un enamorado de la vida, un enamorado de los que siente, uno de los de verdad. Soy más de celebrar cada día esté solo o esté con alguien más. Porque el amor no es sólo un juego de dos. Es un juego en el que muchos creen saber jugar pero en el que sólo unos pocos juegan para empatar.
Autor: Pepe Martín