No te escondas, no te va a valer para nada.
No dejes que otros respondan por ti. No permitas que nadie hable en tu nombre. No dejes a nadie indiferente, no te escondas detrás de una coraza que no responda a tu nombre.
No te escondas detrás de nadie, ni detrás de una marca, tampoco detrás de una empresa, sal y ponte al frente.
No te tapes, no cubras tus formas, tus defectos, tus cicatrices. Ellas responden ante ti, ellas son tu vida.
No te escondas, no te tapes…no cubras tu cuerpo con nada, muéstrate desnuda, muéstrate desnudo. Qué más da lo que opinen al verlo, al sentirte o al escucharte. Tú lo ves cada día, lo sientes cada día y te escuchas a diario. Muéstraselo a los demás. En la desnudez nadie oculta nada, todos somos frágiles, todos somos vulnerables, todos somos iguales. Qué es la desnudez si no es una forma de expresión. Y que bonitas palabras emitimos cuando estamos desnudos, y que ilusos somos al llamarlas palabras…
Da ese paso que otros dieron y que tú dudaste, no una vez ni dos, quizá dudaste demasiado, quizá sigues dudando y, quizá, es demasiado tarde.
No te escondas más. Los golpes no dolerán menos, puede ser que duelan más. Es el precio que debes pagar por mostrarte, por enseñar qué eres, cómo eres y qué quieres ser.
No dejes que nadie te tape, no permitas que te cubran, deja de esconderte.
No lo dejes para más adelante, muéstranos tu desnudez y deja que disfrutemos de ti.
Escrito por: Pepe Martín